Tiene 16 y quiere llevarme a pasear. Yo le invité a mi habitación, pero llegó hasta la esquina. Sus vecinos son mis vecinos. Nadie me vería en esas cosas en una esquina. Estaba oscuro y hace mucho que no colocaban bombillas. Subí la basura y al lado de los desechos estaba ella, ella con sus 16 y sus aventuras arriesgadas. La había mirado antes; vive unas cuadras luego de cruzar la calle.
Inmediatamente mis manos se fueron a sus senos, pequeños. Los apreté fuerte y con mi otra mano sacaba mi verga y le decía "tócalo". Ella miró a su izquierda y luego a su derecha. Mi olor ya se pegaba a su blusa blanca con flores negras. Bajé un poco y puse mi lengua en su pezón izquierdo. Ella después de pensarlo, con su mirada de chica de 16 me la agarró y con un magnifico arte comenzó a acariciar de arriba a abajo. Era una experta, y yo le sonsacaba a bajarse el pantalón. Había adrenalina. "Méteselo" gritó un tipo que pasó a velocidad. Yo estaba contra la pared y mi verga en su mano a punto.
Salió el vecino de la esquina y se detuvo a mirar quienes eran los de la oscuridad.
Me gustaba saber que la miraban con los senos a media exhibición. Desnudarse a veces no da más morbo. Metí la mano entre sus nalgas. Luego en su conchita, estaba bañada se sangre y la pude saborear.
Ella comenzaba a gemir mientras yo había explotado y dejado el liquido en su mano.
Ella lamía sus dedos y finalmente me hizo apretarla más, los dedos más adentro y con vehemencia lanzó un último gemido.
Sonrió. "Mañana voy a tu habitación, así deba entrar por la ventana", y bajé al mismo tiempo que el vecino que nos vigilaba, con mi mano ensangrentada, como acabando de cometer asesinato.
Hola Daffair, cada relato es más pervertido que el otro! ¿Son tuyos?
ResponderEliminarBesos