martes, 12 de abril de 2011

V

Tiene 16 y quiere llevarme a pasear. Yo le invité a mi habitación, pero llegó hasta la esquina. Sus vecinos son mis vecinos. Nadie me vería en esas cosas en una esquina. Estaba oscuro y hace mucho que no colocaban bombillas. Subí la basura y al lado de los desechos estaba ella, ella con sus 16 y sus aventuras arriesgadas. La había mirado antes; vive unas cuadras luego de cruzar la calle.
Inmediatamente mis manos se fueron a sus senos, pequeños. Los apreté fuerte y con mi otra mano sacaba mi verga y le decía "tócalo". Ella miró a su izquierda y luego a su derecha. Mi olor ya se pegaba a su blusa  blanca con flores negras. Bajé un poco y puse mi lengua en su pezón izquierdo. Ella después de pensarlo, con su mirada de chica de 16 me la agarró y con un magnifico arte comenzó a acariciar de arriba a abajo. Era una experta, y yo le sonsacaba a bajarse el pantalón. Había adrenalina. "Méteselo" gritó un tipo que pasó a velocidad. Yo estaba contra la pared y mi verga en su mano a punto.
Salió el vecino de la esquina y se detuvo a mirar quienes eran los de la oscuridad.
Me gustaba saber que la miraban con los senos a media exhibición. Desnudarse a veces no da más morbo. Metí la mano entre sus nalgas. Luego en su conchita, estaba bañada se sangre y la pude saborear.
Ella comenzaba a gemir mientras yo había explotado y dejado el liquido en su mano.
Ella lamía sus dedos y finalmente me hizo apretarla más, los dedos más adentro y con vehemencia lanzó un último gemido.
Sonrió. "Mañana voy a tu habitación, así deba entrar por la ventana", y bajé al mismo tiempo que el vecino que nos vigilaba, con mi mano ensangrentada, como acabando de cometer asesinato.

1 comentario:

  1. Hola Daffair, cada relato es más pervertido que el otro! ¿Son tuyos?

    Besos

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