martes, 5 de abril de 2011

De los relatos del Pervertido (3)

Cuando salía de un camino emboscado que da a una avenida, a lo lejos,  del otro lado de la vía, vi una chica de aproximadamente 11 u 12 años de edad. Detallé lo poco que pudo captar mi vista: llevaba una falda pequeña, desarrollaba a penas senos,  era de piel morena y cabello liso; lo llevaba suelto, y era largo, casi a la cintura. De pronto me encontré con el deseo y la imagen de que la violaba en el boscaje.
Soy un Sátiro putrefacto,  hoy día tengo fijación con el acto de violación, es una fascinación incurable que evito y me reservo, estoy en guerra contra esta sensación, pero por placer de ingenuidad me guardo las armas.
Mis fantasías rondaban en mujeres mayores,  pero ya seduje a toda clase de arpías,  Pleyades, Thalias, Medusas y otras deidades de la lujuria y la trampa. Ahora quisiera un ser divino,  prorrumpir fauces de niña a mujer, profanar algún templo púber.  Que no tenga pronunciadas aún las teticas,  que aún estén creciendo. Con poco vello púbico, que se vea así como pelusita mágica, inviolable, áurea, sagrada, como jardín de no pisar, de 12 o 13. De estrecha cintura, que pese poco, que le guste usar faldas de esas con flecos. Humilde de condicón, una de esas nenas de barrio que se la pasa pensando en pajaritos preñaos.
Me aburre recordar las que tuve antes, esas niñas de “platica”.  A veces odio no ser hombre, todos van cayendo así como quiero,  y si fuera hombre, con la edad que tengo, cualquier nena caeria en mi cama  como antes lo hacían.   Ninguna ha pasado de los 16 pero no menos de 14 y tenían el defecto de enamorarse de mi… era hermoso, las veía llorar.   Blanquitas, rellenitas, delgadas con esas vocecitas inocentes,   mas bajas que yo, que miraban hacia arriba.  Me hacía sentir hombre… de buena manera, pero de manera morbosa.
Volveré a pasar por el camino boscoso.

1 comentario:

  1. Hola Daffair leí todos tus post y si el nombre del blog es tal cual el contenido bastante pervertido. Habla del sexo, el estupro y lo perverso del pensamiento.

    Besos

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