domingo, 4 de agosto de 2013

Ordenes de masturbación


Aun no me había atado a sus deseos totales pero por esta petición sentí pleno atractivo. Fue muy corto y perturbador para la experiencia que había yo transcurrido. Arrodillarme ante él era excitante, y apenas mi boca se acercó a su pelvis aun vestida dijo “cuando quiera que uses tu boca haré sonar mi cremallera”
Su tono fuerte e implacable me hicieron bajar la mirada sin poder dar réplica a sus palabras.
Apartó sus manos de mi frente y de su bolsillo sacó una vela y del otro un encendedor “enciéndela y hazme ver como te colocas en cuatro sosteniendo delicadamente el fuego en tu mano derecha” Así lo hice. 
Yo no comprendía sus imposiciones hasta el momento en que me pidió llevar la vela hacia atrás y meterla en mi vagina. Puse cara de duda hasta que dijo con todo sadismo “quiero ver alumbrarte el culo mientras te masturbas”.
Yo cumplí con su deseo. Lo raro en mi es que aun cuando la vela se derretía y quemaba mis dedos, yo disfrutaba masturbarme mientras él detrás de mi sentía satisfacción.

Hasta ahora solo pienso en como fueron sus gestos, en cómo fue su placer

sábado, 6 de julio de 2013

Your Order

"In your room where time stands still or moves at your will...


...in your favourite darkness, your favourite half-light,
your favourite consciousness, your favourite slave...


In your room, your burning eyes cause flames to arise
will you let the fire die down soon or will i always be here...


...Will i always be here"

viernes, 19 de abril de 2013

Nota Mental de Abril


Yo, retorcida entre la divina babosidad de su boca abierta tragando el dulce vaginal absorbido a través de su lengua. Sus tentáculos se esparcían entre mis costados, cuello, boca y ano. Provocaba cierto  miedo morboso en mi mente que llegaba a una especie de estado total de plenitud que fluía como falta de respiración a través de todos los agujeros del cuerpo. Me poseía de manera casi bizarra. Mi ombligo era partícipe de todo aquello –de las miradas, las penetraciones, las lamidas- y el lunar de mi espalda también.  La rebelión de sus piernas y pelvis perseverantes en destrozar mis caderas. ¡Y me gustaba!, ¡Me gustaba abiertamente, me gustaba dolorosamente!.

No era más que la roca de fricción de su miembro desfilando bajo el placer de soltar su cinturón para penetrar aun cuando me observaba abrir la puerta del closet (…) Una nota mental que aún no he podido superar

sábado, 13 de abril de 2013

Nota mental




Aún juego con las raíces de sus articulaciones, 
con la decadencia de mi pensamiento, 
con el ardiente semen en mis pestañas y lengua, 
con el espejo frente al clítoris,
con mis notas mentales de diálogo deshecho 

El Acto

Era un Kamikaze su pelvis varonil estrellándose en medio de mis delgadas piernas
Justo el golpe con mi cúpula vaginal.
La muerte, sin embargo parecía lenta. La agonía le era hermosa.
Su rostro se fijaba tenso y sus ojos cerrados entre la penumbra como esperando el final.

Yo, tierra firme, disponibilidad sin restricciones; apreciaba el ángulo de su nariz, 
deleitaba el ataque del choque con masoquismo, de por fin su declive.
Yo reía fuertemente y él daba sus últimos quejidos a mi lado mientras me daba el placer de observar
su cuerpo destrozado (...)
                                                   

El acto de recordar mientras me genero orgasmos con una vela.


sábado, 30 de marzo de 2013

Daffair y Lu


Todos saludaban, las visitas en su casa eran algo extrañas. El hombre no era alto, lo miré bien, era igual que su padre y llevaba colonia, lo que le hacía diferente en aquel parentesco con el resto de los hermanos de su padre. Él con leve desprecio rechazó su abrazo, ella igual lo abrazó.Yo seguí mirando la escena teatral de los resentimientos. Llegó el momento inmediato y ella no se despidió, le restó importancia pues todos estaban ahí.
Cuando la casa quedó vacía, el calor era insoportable. Estábamos ella y yo en la habitación, aunque no se daba cuenta de lo mucho que la observaba. Al sentirse libre cambió su vestido por una blusa larga y se fue por la casa, pero volvió a la habitación. La tv encendiéndose como su entrepiernas, el DVD y una de sus películas porno preferidas: una chica morena siendo cogida por un tipo al que no se le ve el rostro.
Se sentó en la silla blanca, abrió las piernas, y mi mente decía "el cachetero rosa abajo"; su comodidad la sorprendió y solo éramos en uno los dedos, la mente, el olor en sus hombros de la colonia de su tío y las imágenes de la porno y de su propio cuerpo ahora delgado, con la piel de los muslos flácidos, sus rodillas a medio flexionar, el lunar cercano a sus labios externos. Frotó tan fuerte sus dedos en su clítoris que no llegó al momento de penetrarse la vagina y ya había terminado. Entre sus nalgas había sudor, entre sus costados y su pecho. Le lengua salia invocando mamadas monárquicas de las que sabe brindar.
Todo apagado, afuera, se sacudió las ganas y yo su mente; ella, mi habitación

domingo, 17 de marzo de 2013

Abriendo la puerta de Habitación


Tengo el instinto asesino danzando como señorita de veinte sobre la penetración de un jovencito de 16.
Que inminente juego se pasea por las calles y algunos liceos, muchas veces cuando observo chicos de uniformes. Quisiera repetir esos besos inexpertos que dejaban llanto y erecciones implacables e insaciables de años primerizos. Seguro seria como devorar una presa luego de meses de existencia, de hambre y sed. La carne desmembrada de los muslos, la vagina ardiendo de aguante y esas ganas cayendo con poco peso sobre el vientre. Esa falta de vellos púbicos en el pecho, y los labios girando a los lados como los movimientos torpes de esa primera eyaculación sin soledad.

Entrar nuevamente a la habitación del pervertido...