sábado, 13 de abril de 2013

El Acto

Era un Kamikaze su pelvis varonil estrellándose en medio de mis delgadas piernas
Justo el golpe con mi cúpula vaginal.
La muerte, sin embargo parecía lenta. La agonía le era hermosa.
Su rostro se fijaba tenso y sus ojos cerrados entre la penumbra como esperando el final.

Yo, tierra firme, disponibilidad sin restricciones; apreciaba el ángulo de su nariz, 
deleitaba el ataque del choque con masoquismo, de por fin su declive.
Yo reía fuertemente y él daba sus últimos quejidos a mi lado mientras me daba el placer de observar
su cuerpo destrozado (...)
                                                   

El acto de recordar mientras me genero orgasmos con una vela.


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