viernes, 19 de abril de 2013

Nota Mental de Abril


Yo, retorcida entre la divina babosidad de su boca abierta tragando el dulce vaginal absorbido a través de su lengua. Sus tentáculos se esparcían entre mis costados, cuello, boca y ano. Provocaba cierto  miedo morboso en mi mente que llegaba a una especie de estado total de plenitud que fluía como falta de respiración a través de todos los agujeros del cuerpo. Me poseía de manera casi bizarra. Mi ombligo era partícipe de todo aquello –de las miradas, las penetraciones, las lamidas- y el lunar de mi espalda también.  La rebelión de sus piernas y pelvis perseverantes en destrozar mis caderas. ¡Y me gustaba!, ¡Me gustaba abiertamente, me gustaba dolorosamente!.

No era más que la roca de fricción de su miembro desfilando bajo el placer de soltar su cinturón para penetrar aun cuando me observaba abrir la puerta del closet (…) Una nota mental que aún no he podido superar

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