jueves, 16 de junio de 2011

Efectos del sexo a través de una llamada

El  hablaba de manera natural al teléfono. Parecía que llevaban años de conocerse, pero las horas apenas habían pasado. Veinte minutos y la había invitado a una habitación barata. Ella se reía, de forma muy pícara, hasta que comenzó a susurrarle una leve agitación de la respiración. "Si vieras como sale la lengua de mi boca intentando buscar tu pene para lamerlo". 
Ella estaba segura que en ese segundo se produjo un torrente bizarro mental, sanguíneo, entre las rodillas hasta la punta de su miembro que comenzó a dejar una gota en su ropa interior.
Ella sabía jugar. Disimulaba sentir, y le hacía sentir. Él, quería seducirla con palabras relajadas. Todo comenzó de nuevo: "me encantaría que estuvieras en cama conmigo, abrir mis piernas para ti, dejarte penetrarme tan suave que la angustia te exalte y tomes impulso para meterlo mas duro. Quiero verme con la cara contra la pared mientras me das por detrás..." 
Entre frases y frases el comenzaba a tocarse. No podía verse a través del teléfono, solo podía escuchar un golpe a ritmo de un andante movimiento de la mano. Ella comenzaba a excitarse, aunque sabía disimular sus labios se hinchaban, la sangre brotaba ( el impedimento de masturbarse en la cama, pero igual siempre prefería hacerlo en el baño, con lubricante caliente y mucha libertad de dos puertas cerradas a seguro) 
No se masturbó.
El mientras tanto le llamaba "puta" y le pedía que lo fuera para el. Ella le prometía dejarse hacer todo lo que él pidiera.
Acabó. "Déjame levantarme y limpiarme".
Ella comenzó a cantar una canción. Dos minutos y se despidieron.  
La soledad de las paredes azules del baño, que tiene una linea de flores hechas a stencil le miraban abrir el lubricante de tapita roja, caliente, y la sangre se confundía entre sus dedos y la tapa. Hacía una fuente de lubricante alrededor de su clítoris. Buscaba un tubo transparente plástico que le proporcionaba placer y lo metía hasta el fondo de su vagina, hasta que relajaba la sensación de mareo por la fuerte respiración. Sonría al final.
Lavaba sus manos, lavaba su entre piernas manchada de lubricante mezclado con sangre, sentía las piernas cansadas, se limpiaba con calma. Lavaba el tubo y la tapa del lubricante. Subía su ropa interior. Miraba las flores en la pared, sonreía de nuevo, guardaba lo que había utilizado.
Autoplacer, autocomplacer, satisfacción.
Efectos del a través de una llamada

3 comentarios:

  1. Hola Daffair, alto relato erótico! Me parece que la protagonista del relato tiene mucha libido y un apetito insaciable que necesita más. Si es así por teléfono no me imagino lo que debe ser en persona! ;)

    Un brazo

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  2. NUEVAMENTE NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR EN ESTE RELATO QUE TIENE NOMBRE Y APELLIDO... SALUDOS ESPERO Q ESTES BIEN.. VISITA MI BLOG.. :)

    RICARDO IBARRA.

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